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lunes, 7 de marzo de 2011

COMPAÑÍA EXPEDICIONARIA DE “LA CALAVERA”

  Poco se sabe de la participación de la Guardia Civil en la Guerra Civil, a pesar de que fueron decisivos para uno y otro bando allí donde actuaron. Y si poco se sabe de la actuación de estos hombres menos aún se sabe de la que se denominó “ La Calavera, una Compañía Expedicionaria formada por componentes de la Comandancia de Teruel que los historiadores han llegado a calificar como la primera unidad de élite de los ejércitos. Esta es su historia.

  El 18 de Julio de 1.936, el General de Caballería Miguel Cabanellas Ferrer, antiguo Director de la Guardia Civil y Jefe de la 5ª División Orgánica, así­ como Comandante Militar de Zaragoza, proclamo en su jurisdicción el estado de guerra. Pocas horas después la provincia se encontraba bajo el control de las Fuerzas del Ejército y de la Guardia Civil que se habían unido al alzamiento militar iniciado en Melilla el día anterior.

  En la vecina provincia de Teruel, El Teniente Coronel de Infantería Mariano García Brisolara, Comandante Militar de la plaza, declaro el 19 de julio el estado de guerra, junto a las Fuerzas de la Guardia Civil, mandadas por el Teniente Coronel Pedro Simarro Roig. Pero al contrario que en la de Zaragoza, el movimiento no triunfo en su totalidad, fracasando en las zonas de Utrillas, Montalbán, alcañiz y Valderrobles.

  A partir de ese momento la provincia de Teruel será triste y obligada protagonista de la Guerra Civil. Ceñida por el cinturón republicano formado por Tarragona, Castellón, Valencia, Cuenca y Guadalajara, sufrirá en sus tierras sangrientos y desgastadores combates entre ambos bandos.

  Pasadas las primeras semanas el bando nacional decidió replegar a aquellos Guardias Civiles de Teruel, que por su edad u otras circunstancias, no reunían el perfil adecuado para estar en primera línea de un frente que se preveía largo, duro y sometido a las extremas condiciones del invierno. Por ello se dispuso su relevo con la creación en Zaragoza, de una compañía expedicionaria, formada en su mayoría por Guardias Civiles jóvenes y solteros. Para su mando se nombro al Capitán Roger Oliete Navarro, incorporado desde la Coruña al frente de Teruel el 25 de Septiembre. Inmediatamente procedió a su organización adscribiendo a otros guardias civiles voluntarios de la Comandancia de Teruel, así­ como de los que se habían pasado de la zona republicana de Levante. Procedente de Infantería y veterano de las Campañas de Marruecos, el Capitán Oliete convirtió su compañía en una unidad de choque de primera línea. Sus subalternos fueron inicialmente los tenientes Fernando Ortiz Larrosa y Juan Bautista Mari Cleriguos, oste Último procedente de una columna republicana de Castellón, que se había pasado al bando nacional por Puebla de Valverde.

  Para el año 1937 el valor temerario de aquellos Guardias Civiles era ya conocido en todo el frente. El Capitán Oliete, cuyo bautismo de fuego lo había recibido en Septiembre de 1925 durante el desembarco de Alhucemas, parecía no temer la muerte y siempre era el primero en ocupar los puestos de mayor peligro.

  Forjado su temple en numerosas acciones de guerra libradas en Marruecos, sabía que una parte importante de la moral combativa de una unidad de choque, residía en el ejemplo que diera su jefe. También conocía sobradamente los efectos psicológicos de los distintivos y de los sobrenombres. Su experiencia africana se lo había enseñado. Por ello no dudo en adoptar para sus Guardias Civiles un singular emblema, que si bien había sido usado por unidades del Ejército, en modo alguno lo había sido por la Guardia Civil. Se trataba de una calavera sobre las iniciales GyC, entrelazadas sobre fondo negro.


 Aquella no era ya una compaña tradicional, sino una unidad de choque que era empleada como fuerza de infantería en las posiciones de mayor riesgo y fatiga. Además de su efecto psicológico, dicho distintivo sirvió para diferenciar a aquellos hombres del resto, pues en muchos casos, era muy difícil, dada la variopinta vestimenta empleada en el frente, distinguir a un Guardia Civil de un soldado nacional o un miliciano republicano. Aquellas escarapelas no reguladas por normativa alguna, pero  consentidas por el mando en tales circunstancias, harán de que junto al temerario valor de que estaban revestidos los Guardias Civiles que las portaban, fueran conocidos a uno y a otro lado del frente como los de La Calavera.
  Numerosos fueron los servicios de esta Compañía y conocidos en todo el frente el valor y arrojo de aquellos hombres que eran a la par respetados y temidos allá donde actuasen. Decisiva fue igualmente su papel en la reconquista de Teruel.


  El 17 de Febrero las fuerzas nacionales iniciaron su ofensiva contra las fuerzas republicanas. El 18 se procedió a su envolvimiento y el 19 se ocupo la línea de resistencia situada al norte de la ciudad. En el último momento, La Calavera, conocedora de sus accesos y callejero, fue reclamada para volver a primera línea de combate y tomar parte en la liberación de la población que le vio nacer. Así­ en la madrugada del día 22, los Guardias Civiles de La Calavera, fueron transportados en camiones hasta poco más de un km. de las primeras edificaciones de la ciudad. Allí­ echaron pie a tierra y bajo un nutrido fuego lograron alcanzar sus calles, convirtiéndose de esta forma en los primeros en entrar en Teruel. Una pareja de ancianos que surgieron de entre las ruinas, tras reconocer su singular distintivo, se abrazaron a aquellos Guardias Civiles al grito de ¡son los de la Calavera!, ¡si vosotros hubierais estado aquí!


Guardias Civiles de La Calavera posan junto a Tobi, mascota de la Unidad. Tobi, que ayudaba a la Compañía en la limpieza de trincheras y cuevas.


  El 3 de Mayo de 1.938, se procedió finalmente a su disolución, reincorporándose a sus componentes a sus respectivas Comandancias de origen o nuevos destinos. Tendrán que pasar 28 para que sus supervivientes volvieran a reunirse con ocasión del homenaje que se les tributó en Teruel, el 22 de febrero de 1.966, siendo ya su primer Capitán, Roger Oliete Navarro, Subdirector General de la Guardia Civil.


Fuente: Jesús Núñez, de su artículo publicado en la revista Guardia Civil.

Más información sobre la Compañía y sus servicios en la revista Guardia Civil.

4 comentarios:

  1. La historia es siempre como minimo interesante y si es la de la Guardia Civil, apasionante. Por cierto, ahora me explico por que no encontraba el blog en la noche de ayer. A mi parecer, la reforma ha sido para bien. Un saludo.

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  2. Me alegro de que te haya gustado. Hay muchos episodios curiosos en nuestra historia reciente que tienen como protagonista a la Guardia Civil. Los iremos viendo. Saludos.

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  3. Muy interesante, muchas gracias! He llegado aquí guiándome por una foto, buscando lo que podría estar escrito en la bandera de la Guardia Civil de la Calavera. Saludos

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  4. En la revista historia militar del siglo XX llamada SERGA en su numero 6 hay 2 paginas que hace mencion a la Calavera con fotografias

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